El niño es la vida que palpita, es el cuerpo que se estremece al unísono de otro, es la aventura preciosa de la vida que se quisiera acompañar a través de este niño. Nada puede frenar este impulso, porque parar la vida es morir : la simple inteligencia lo dice, pero usted lo sabe mucho mejor desde el fondo de su corazón.
Ni la técnica, incapaz a veces de ofrecer una solución, ni este niño que siempre se esquiva , no deben ser obstáculo. ¿Oponemos obstáculo al crecimiento del vegetal en primavera? ¿Quien se arriesgaría esperando lograrlo? Pequeños brotes bien frágiles atraviesan el asfalto y rompen a veces el hormigón. ¡Esta fuerza de vida, no podrá impedirla, abozalarla sin riesgo enorme! Nunca se debería salir quebrada, ni tampoco decepcionada de esta experiencia tan difícil. ¡Jamás! ¿Entonces qué hacer?
La vida tiene una muy larga historia de 4,6 mil millones de años, participar en ella es la mas bella aventura posible y cada uno de nosotros esta convidado a ello; la mujer más que el hombre porque esta meta pertenece a su naturaleza profunda, como un aspecto esencial del cumplimiento de su ser. Esta convidada a participar en ello más que cualquiera, puesto que sufre por ello más que cualquiera.
¡Usted lo sabe bien, usted que esta frente a mi con toda su pena; llevar la vida, proteger la vida en el ser humano, es simplemente querer amar, y usted quiere amar! ¿Pero amar solo puede depender de la llegada de este improbable niño? En el transcurso de si vida, usted, ha encontrado tres primeros amores obligatorios : el amor por su mama en la primera infancia, el amor por su padre y su familia durante la infancia, el amor por el otro a fuera de su familia en la adolescencia, como si su capacidad para amar incrementara, ganara un grado de amplitud cada vez, como si usted, yo y todos los humanos fueran llamados para amar cada vez mas toda nuestra vida, a llevar nuestra mirada – y nuestro corazón – mas lejos, mas alto.
En mi experiencia, después de estos 3 amores obligatorios hay dos facultativos : la pareja y el hijo para prepararnos a los 3 siguientes que son dejados a nuestra entera libertad . El sexto es una reconciliación profunda con nosotros mismos y nuestro pasado, que hará emerger nuestra individualidad única e irreemplazable. El séptimo con todos los seres que nuestra individualidad irreemplazable podría naturalmente ayudar. El octavo en la ultima etapa de la vida, con toda la humanidad en el ordinario de los encuentros cotidianos donde podríamos llegar a amar a todos los humanos, mucho mas allá de nuestra pareja o de los hijos que tenemos o no.
Creo que hoy, se espera mas de nuestra joven especie que solo tener un hijo – a la imagen de las especies que nos precedieron – por que la vida no esta en peligro por falta de numeroso individuos. La infertilidad señala que otra dimensión del amor aparece, que una nueva dimensión es finalmente posible.
Así esta cita que tiene hoy, todas las mujeres la tendrán un día. Cuando vean los hijos que han tenido volar hacia su propia vida, se plantearan la pregunta : ¿Mi amor debe restringirse a mi pareja y algunos amigos que mi vida de padres me dejo el tiempo de amar, ¿o mi capacidad de amar debe franquear un nuevo paso? ¿Y que paso?
Voy seguramente a chocarla pero … tembló un poco al venir a verme, tenia miedo de las palabras que yo iba a pronunciar, de lo que iba a responder. Esta vez es lo inverso, soy yo que tiemblo un poco, que tengo miedo de las palabras que voy a pronunciar, de lo que va responderme. Mire en este instante la entendió totalmente, se lo que ha sentido por que lo siento a mi turno.
En las ochos experiencias de amor posible sobre la tierra, tiene el derecho de saltar una clase por que es mejor alumna que yo. Puede pasar directamente del cuatro amor al sexto, solo si lo quiere y tiemblo delante de su decisión , por que no es el mismo futuro para usted, ni para mi y mi medicina a la que vino para confiarse, y que tengo el difícil papel de intentar acompañarla. No es ya usted quien viene verme esperando mi ayuda … no es ya usted quien viene a verme con una gran esperanza, soy yo que vengo con una inmensa esperanza. Vengo a suplicarla de no perderse en ruta por que conozco los peligros. Esperaba dolorosamente un hijo viniendo consultarme,. Hoy creo plenamente en usted, en el amor mucho mas grande del que es esta capaz, si lo quiere, si lo cree, si lo decide … si cree en usted tanto como yo creo en usted. Se lo decía ahora todo esta en sus manos. Conozco el camino por haberlo tomado. Si lo quiere la acompañara en este camino sutil, delicado y lleno de amor que busca tanto.
